Con este post de hoy no quiero caer en una guerra de sexos. Ni mucho menos generalizar y hacerlo extensivo a todos los hombres. Sólo me baso en mi propia experiencia personal con los varones más cercanos en mi vida y que han compartido conmigo horas de televisión.
Tengo marido, un hijo, cuatro hermanos de los que tres son chicos, un padre y dos cuñados. También tengo un suegro pero él es de los hombres que no entra en este perfil, ¡menos mal! Y con cada uno de ellos he vivido ante la “caja tonta” una experiencia similar. Se hacen dueños del mando y ya no tienes narices de ver absolutamente nada.
Resulta que después de estar todo el día para arriba y para abajo sin parar, en torno a las once de la noche, ya con el peque dormido y el resto de las tareas realizadas, me dispongo a relajarme un rato ante la televisión… Yo también me decanto normalmente por cualquier cosa que simplemente me entretenga sin pensar.
Empiezo a ver una serie, por ejemplo Homicidios (es que me gusta mucho Noriega). Llevo diez minutos viéndola –en ese tiempo ha habido tres pausas publicitarias de 3 minutos cada una, todo hay que decirlo- cuando llega Jose, mi marido. Como el que no quiere la cosa y con un disimulo descomunal encuentra el mando del aparato en cuestión que tengo escondido a conciencia bajo uno de los cojines del sofá. “Es sólo un minuto” me dice. Uh!! Peligro, peligro…
Antes de que pueda darme cuenta está haciendo zapping. La Primera es siempre la primera –debe de ser porque la tenemos memorizada en el número 1 del mando- Españoles en el mundo, el programa en cuestión. Hoy toca la Provenza. Una chica llamada Lucía explica su vida como fotógrafa en un pequeño pueblo de esta región francesa. “¡Pero qué de gente interesante hay por esos mundos de Dios!”, pienso. Ya no puedo seguir pensando porque en un plis plas me veo inmersa en la historia de un solterón (Ben Stiler) que en un arrebato decide casarse con una rubia que parece estar como un cencerro. Es Matrimonio Compulsivo en Cuatro. Ya la he visto 30 veces pero, bueno, no me importa tragármela de nuevo. Es entretenida.
Pero no, porque ahora hacemos una paradita estratégica en AXN. ¡Hombre! CSI en Miami, qué me gusta este tipo de series. El capítulo está en un momento crucial. Horatio ha entrado en el coche donde apareció la víctima, lo está olfateando y sí, parece que, por el olor ya conoce el ADN del asesino. Lo va a decir… Zas! Cambio de canalito. Me quedé sin saberlo.
En TVE2 dan un reportaje sobre la reproducción de la hormiga atigrada que vive en un rencóndito lugar del África Occidental. Es carnívora. Me empiezo a enganchar pero necesito beber agua. Cuando vuelvo están Imanol Arias y Juan Echanove poniéndose moraos en la casa de un ganadero de la sierra extremeña. Estamos en Nova. Me tengo que volver a levantar para coger aunque sea una lonchita de chopped porque entre tanta pata negra se me ha abierto el apetito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario