domingo, 6 de noviembre de 2011

El espejo de la vida

Estoy gorda, delgada. Me gustaría ser más alta, más baja, tener el pelo rizado, el pelo liso, la nariz más pequeña, mas pecho, menos pecho, las piernas más largas...

Hasta hace poco todo lo que pasaba en mi vida era maravilloso, mi familia, mi trabajo, mis amigos, pero siempre habia algo que me quitaba el sueño y hasta la sonrisa de mis labios, algo por lo que continuamente luchaba y generalmente sufria:el peso, si, cuando tenia 20 años, mi prioridad era el físico, sacaba el tiempo de donde no tenía y hacía dietas sin problemas, me las saltaba y me reía de ello, hacia deporte y lo disfrutaba.
 
Ahora cada comida que me quito es como si me arrancase un brazo, odio cuando me dicen una vez que tienes hjos las caderas ensanchan, por favor dime que no tengo fuerza de voluntad, dime que no tendre tiempo seguramente para tonterias, pero por favor, no me digas que un hueso ensancha, tampoco me digas que mi cuerpo ya no volverá a ser el mismo, eso no. Hago mil cosas al día y el poco tiempo que me queda, imagino lo bien que estaria sentada viendo la televisión, en ese justo momento doy un salto, me pongo la ropa de deporte y me voy a correr, desde el minuto uno pienso en el tiempo me falta para llegar a casa (realmente os lo digo: en estos momentos de mi vida, es un verdadero calvario), me embriaga una sensación de tristeza y me pregunto a mi misma ¿por qué este castigo?

Todo esto, sin darme cuenta ha ido cambiando, desde hace poco tiempo y de una manera muy especial ha aparecido alguien en mi vida que me ha ha hecho reaccionar, me he dado cuenta que tengo todo lo que quiero y lo mas importante, es que ese todo, me quiere tal como soy.

Ahora cuando me apetece como lo prohibido sin pensarlo y ademas lo disfruto, ahora ese tiempo en el que antes deseaba estar simplemente sentada sigue siendo mi tiempo, mi espacio y lo utilizo como yo quiera hago deporte si, pero para liberar el estrés que todas tenemos en un día normal, al final de todo esto me siento mucho mejor conmigo misma, soy treintañera si, pero “divinadelamuerte” y mi centro de preocupaciones os aseguro que no es mi cuerpo, ademas estoy segura que conseguiré antes los resultados que tanto ansiaba, y sino lo consigo , no me importa, sé que nunca llegará el momento en que diré “estoy satisfecha con mi cuerpo”, no sé si por mi propia condición personal o por la única condición de ser mujer, ¿y que? No me importa.

Hace poco leí un articulo,sino recuerdo mal eral algo así como el arte de no amargarse la vida, hablaba de “La necesititis” una palabra que es devastadora para la salud mental, “No es cierto que para ser felices necesitemos amor sentimental, éxito, hijos, no tener problemas, tener el peso perfecto, ... Si mantenemos estos deseos en el límite de las preferencias, nuestra mente estará sana”.
 
Ahora lo sé: me quiero. Soy capaz de ver lo malo que tengo y no me hundo en mis defectos, tengo marido e hijos, y me adoran, sigo siendo una persona muy valiosa, y todo esto es lo que me convierte en una mujer segura e independiente, en definitiva, feliz.

Así que lo único que puedo decirte es que si llegas a conocerte como lo hacen las personas que te quieren, seguro que descubrirás la persona maravillosa que tienes escondida, una mujer bella por dentro y por fuera, una madre estupenda y luchadora, irás abriendo esas ventanas que has tapiado y que no te dejan ver la luz del sol, comenzarás de nuevo a mirar el mundo,a romper todos los espejos en el que solo ves el miedo, a respirar ese aire que tanto necesitas y le darás la espalda a la angustia, a la enfermedad, te quedarás con un espejo, el de la vida, ¿Qué opinas?. ¿Crees que merece la pena tratarse bien y quererse a uno mismo?. Yo creo que sí, ¿y tú?

A Nuria…

Kenthia

1 comentario:

  1. Me encanta tu articulo ,yo soy mayor que vosotras ,quizas por eso hace tiempo que me acepto a mi misma y se que los mios me quieren como soy....
    Enhobuena!!!

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