Los últimos posts tenían un denominador común, el uso de las nuevas tecnologías… Recuerdo hace unos 14 años en la facultad (en una clase de Gómez y Méndez, creo) un debate que surgió sobre si los entonces incipientes teléfonos móviles y correos electrónicos (que la mayoría aún no teníamos siquiera) iban a favorecer o entorpecer las relaciones interpersonales.
Ayer volvía a salir este tema, y creo que casi siempre llegamos a la misma conclusión: son una herramienta que, bien utilizada, facilitan el poder estar en contacto con personas con las que de otro modo sería imposible. Y es verdad. Pero mi experiencia (que no tiene por qué ser la vuestra) me muestra que al final te relacionas siempre con los mismos. Y es por una simple cuestión de tiempo. El correo, internet me ayudan a dar un “toque” de vez en cuando a aquellos que tengo lejos o que ya no forman parte de mi cotidianeidad. Pero se queda en eso, un “toque”, una aportación de información básica (“¿cómo estás?”, “yo esto o lo otro”) y no se profundiza ni se retoma la relación.
Y eso que yo ahora mismo tengo tiempo, no trabajo y todavía no cuido de hijos. Pero semanalmente reparto mis horas entre un grupo estable de unas 14-15 personas, familiares incluidos. Luego hay otro círculo al que no veo semanalmente pero sí cada pocos meses. Y luego aquellos a los que me resisto a dejar del todo en el olvido y a quienes doy uno de esos mencionados y esporádicos toques. Creo que fue Kika la que habló un día aquí de esa teoría de los círculos, y es que, personalmente, no me da para más. Las nuevas tecnologías te ayudan, pero al final tienes tiempo para dedicar a un grupo más o menos fijo y limitado de personas, por cercanía, por intereses comunes o por lo que sea.
Sin ir más lejos, cuántas personas agregamos a Facebook pensando “qué guay tenía a fulanito totalmente perdido y ahora sé de él y lo he encontrado”, y es verdad, se agrega a tu agenda de contactos, adquieres información básica sobre esa persona que un día formó parte de tu día a día y te enteras de dónde vive, de si tiene pareja e hijos y, en la mayoría de los casos, eres partícipe alguna vez que otra de una foto suya en la playa, de una frase que a veces no entiendes o de una canción que cuelga. Y ya está. Sigue sin formar parte de tu vida actual porque algún día dejó de estar, por algún motivo, causa que Facebook no va a remediar.
En definitiva, nuevas tecnologías sí, pero más bien como manera de aumentar información sobre nuestros conocidos, las relaciones personales de verdad siguen siendo en número como antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario