jueves, 19 de enero de 2012

Tiempo limitado

Los últimos posts tenían un denominador común, el uso de las nuevas tecnologías… Recuerdo hace unos 14 años en la facultad (en una clase de Gómez y Méndez, creo) un debate que surgió sobre si los entonces incipientes teléfonos móviles y correos electrónicos (que la mayoría aún no teníamos siquiera) iban a favorecer o entorpecer las relaciones interpersonales.

Ayer volvía a salir este tema, y creo que casi siempre llegamos a la misma conclusión: son una herramienta que, bien utilizada, facilitan el poder estar en contacto con personas con las que de otro modo sería imposible. Y es verdad. Pero mi experiencia (que no tiene por qué ser la vuestra) me muestra que al final te relacionas siempre con los mismos. Y es por una simple cuestión de tiempo. El correo, internet me ayudan a dar un “toque” de vez en cuando a aquellos que tengo lejos o que ya no forman parte de mi cotidianeidad. Pero se queda en eso, un “toque”, una aportación de información básica (“¿cómo estás?”, “yo esto o lo otro”) y no se profundiza ni se retoma la relación.

Y eso que yo ahora mismo tengo tiempo, no trabajo y todavía no cuido de hijos. Pero semanalmente reparto mis horas entre un grupo estable de unas 14-15 personas, familiares incluidos. Luego hay otro círculo al que no veo semanalmente pero sí cada pocos meses. Y luego aquellos a los que me resisto a dejar del todo en el olvido y a quienes doy uno de esos mencionados y esporádicos toques. Creo que fue Kika la que habló un día aquí de esa teoría de los círculos, y es que, personalmente, no me da para más. Las nuevas tecnologías te ayudan, pero al final tienes tiempo para dedicar a un grupo más o menos fijo y limitado de personas, por cercanía, por intereses comunes o por lo que sea.

Sin ir más lejos, cuántas personas agregamos a Facebook pensando “qué guay tenía a fulanito totalmente perdido y ahora sé de él y lo he encontrado”, y es verdad, se agrega a tu agenda de contactos, adquieres información básica sobre esa persona que un día formó parte de tu día a día y te enteras de dónde vive, de si tiene pareja e hijos y, en la mayoría de los casos, eres partícipe alguna vez que otra de una foto suya en la playa, de una frase que a veces no entiendes o de una canción que cuelga. Y ya está. Sigue sin formar parte de tu vida actual porque algún día dejó de estar, por algún motivo, causa que Facebook no va a remediar.

En definitiva, nuevas tecnologías sí, pero más bien como manera de aumentar información sobre nuestros conocidos, las relaciones personales de verdad siguen siendo en número como antes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario