viernes, 20 de enero de 2012

Siempre quise ser pelirroja

Desde pequeña tengo una pequeña obsesión, y es que el personaje de Pipi Calzaslargas o en su nombre original Pippi Långstrump me marcó tantísimo al verla en televisión que desde entonces… he querido ser pelirroja. Me parecen mujeres tan sensuales, aventureras, inteligentes… o al menos ésa es la imagen que creo que proyectan a quienes las miramos, como el caso de la impactante Rita Hayworth.

La cuestión es que este empecinamiento por el naranja me llevó en varias ocasiones en mi adolescencia a teñirme el pelo con resultados bastante desastrosos. Algunos no me conocéis y por eso os revelo que soy bastante morena, con lo que el pelo rojizo y la piel oscura… no hacen un contraste que podamos llamar exitoso, vamos. Siempre fue un fracaso mi intento de pelirrojización. Estaba tan horrible que llegué incluso a lavarme el cabello tres y cuatro veces diarias para que el tinte desapareciese cuanto antes.

Tras mis intentos fallidos, abrí los ojos, me enfrenté a la realidad y me conformé con mi castaño oscuro. Al fin y al cabo, son muy pocas las mujeres pelirrojas naturales que existen en el mundo –se calcula que sólo el 2 por ciento de la población mundial, de ambos sexos- y según estudios norteamericanos, están en peligro de extinción. Dicen que puede que en 2100 no haya ni uno. Al parecer –os lo cuento para vuestra sabiduría- el pelo rojo es el resultado de la unión de dos genes recesivos en el cromosoma 16 que causan una mutación en un gen llamado MC1R, específicamente en europeos. Este gen contiene la proteína que conduce a la producción de melanina, que es la que les da el pigmento al cabello y a la piel. Y como es un gen recesivo, tiende a desaparecer.

Pues nada, volviendo a lo que nos concierne, concluyo que la genética me jugó una mala pasada. Yo debí ser pelirroja. Debí tener pecas por todos sitios y el pelo endemoniadamente naranja. Y me da igual que deban cuidarse más del sol, y los estudios que especifican que sienten un 20 por ciento más el dolor (si, no es broma, los médicos aseguran que en las intervenciones deben suministrarle más anestesia) y que en otros estudios se relacione incluso el pelirrojo con enfermedades mentales y agresividad… pero qué queréis que os diga…:

¡¡¡que siempre quise ser pelirrojaaaaaaaa!!!

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