Cada vez que veo a Jaime, un niño pequeño aún, juguetear con mi móvil pienso en la tarea tan ardua que tiene que ser para los padres y educadores de adolescentes velar por que hagan un uso seguro de los smartphones. Y es que cada vez son más los jóvenes que tienen el suyo propio alejado del control constante de sus padres, como hacemos con los más pequeños.
Siempre he sido consciente de la responsabilidad que tenemos los adultos de educar a nuestros menores para que hagan un uso seguro y comprometido de las nuevas tecnologías. Igual que les enseñamos a no cruzar la calle sin mirar o convivir con sus compañeros de clase, considero que también es parte de "nuestro trabajo" que sepan que Internet tiene millones de ventajas pero que, para poder disfrutar de ellas sin problemas, deben hacer un uso responsable de la Red.
La generación de nuestros hijos, los llamados "nativos digitales", han usado, desde sus primeros años de vida, el ordenador de casa, con conexión a Internet, por supuesto. Ha sido una tarea de constante vigilancia, concienciación y educación para los padres lograr que evitasen los peligros existentes en la Red. Sin embargo, con el uso casi generalizado que los jóvenes le dan hoy en día a los teléfonos inteligentes, esa labor de vigilancia no puede hacerse en todo momento por lo que la concienciación y la educación tienen que tomar el protagonismo.
Los padres de adolescentes deben lograr que los menores, de forma autónoma, puedan beneficiarse de todas las ventajas que conlleva tener Internet en el teléfono sin sufrir los riegos asociados y sin convertirse en actores de acciones reprochables contra sus amigos y compañeros de clase ayudados de las nuevas tecnologías.
Precisamente surgió este tema el otro día, mientras hablaba con mi amiga Isa, que trabaja en la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI), un proyecto de INTECO, entidad perteneciente al Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Ellos se encargan de la tan necesaria labor de concienciación e información al usuario en materia de seguridad en Internet. Me explicó que tienen una web dedicada exclusivamente a los menores y a sus padres y educadores. ¡Me encantó! Os animo a que la visitéis http://menores.osi.es/ porque da mucha información a los niños y jóvenes, diferenciada entre tres franjas de edad: 5-8, 9-12 y 13 a 17 años. A cada una le habla en "su idioma" y le ofrece vídeos, juegos y material diferente. Además, los padres por un lado y los educadores por otro tienen también sus secciones específicas donde pueden aprender a ayudar a los menores en el uso que éstos le deben dar a Internet.
En concreto, del tema que nos ocupa hoy, que son los teléfonos inteligentes y el uso que los adolescentes hacen de ellos, tienen varios textos destacados que ayudan a los padres a saber cómo abordar este asunto. Según explican en la OSI, la clave está en que se establezcan unas normas consensuadas entre padres e hijos para el uso que los menores pueden darle y el gasto máximo al que pueden llegar. Además, los niños deben sentir que pueden recurrir a sus padres en caso de que tengan cualquier problema o algo les haga sentir mal. Visité sus consejos y puede ampliar esta información.
Esperemos que iniciativas como la OSI ayuden a padres e hijos y que, entre todos, las nuevas tecnologías solo tengan una faceta: la positiva.
Bravo por Osi, seria estupendo que este tipo de enlaces se difundiera mucho mas, es importantisimo para los padres pero en los colegios es fundamental también, desde ahora lo voy a añadir a favoritos y se lo recomendaré al blog del cole de mis hijos.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con que si que hay que utlizar las nuevas tecnologias, creo que lo importante es hacerlo bien y de forma positiva.