Flaco favor a los indecisos

Tengo muy claro el contenido del sobre que insertaré en la urna el próximo 25 de marzo. Sin embargo, ayer, haciendo el resumen de prensa del fin de semana, me metí en la piel de un indeciso frente al proceso electoral que decidirá el Gobierno y la composición parlamentaria en Andalucía durante los próximos cuatro años. Decidí ser alguien que, sin tener clara su opción política, no hubiera leído periódicos, visto televisión, oído la radio o acudido a ningún mitin en los últimos días. Un ciudadano que se hubiera propuesto, con los periódicos que yo tenía entre manos, escoger entre los candidatos que encabezan las listas electorales. Para salir de su indecisión solo contaba con estos diarios y con sus circunstancias vitales.

El indeciso encontró multitud de titulares, subtítulos, destacados y ladillos que le ayudarían a ‘definir firmemente’ su opción el último domingo de marzo. ¿Halló propuestas? ¿Encontró respuestas a sus problemas? ¿Se sorprendió con soluciones para aquello que consideraba injusto? No. La frivolidad, la falta de seriedad y un tinte ridículo que rozaba lo friqui vencían por goleada a todo lo que el potencial elector esperaba leer.

La mayor parte de la tinta de los periódicos dibujaba letras analizando los casos de los ERE e Invercaria. ‘Grandes claves de la campaña electoral’. Pero lo más impactante es que lo más destacado por los redactores, sus jefes de sección o los propios directores eran frases más propias de La Noria que de un periódico serio. La entrada en prisión de un ex alto cargo del Gobierno andaluz se resumía en aportaciones tan relevantes como “No pudo tomarse el último gin tónic”, “Un golfo tierno”, “La Jueza Ayala no pudo aguantar la risa cuando Guerrero afirmó que no era alcohólico ni drogadicto pero que le gusta el gin tónic y el Marlboro”, “Los chistes en prisión del ex director general”…

El supuesto fraude en Invercaria tampoco se quedaba atrás. Ya no importa si lo ha sido o no, si se ha malgastado dinero público o no, si se han elaborado informes falsos o no. Lo más subrayado, en cuerpo superior y en negrita, las declaraciones de una testigo que asegura que “a Cantos le encantó Laura desde la primera vez que la vio”, la justificación de Gómiz ante la manipulada o no grabación: “es mi voz pero no mis pensamientos” y la insinuación de que el fondo de toda la cuestión un “despecho sentimental”.

Y, cambiando de tema, dos datos fundamentales: Arenas, si gana, no vivirá en San Telmo y la multinacional sueca Ikea no para de vender albóndigas. El indeciso, además de esbozar intermitentemente una estúpida sonrisa, aún no tengo claro si dejó de ser un indeciso, o, más bien, si tomó la peor decisión, la de no participar.