El camarote

¿Habéis visto “Una noche en la ópera”? La escena más conocida y más desternillante de la película , de 1935, tiene lugar en un camarote y figura por mérito propio en todas las antologías del cine cómico. Inicialmente, sólo está Groucho, pero van apareciendo sucesivamente los polizones salidos de los baúles, los fontaneros del barco y sus herramientas, los camareros con las comidas … "Y un huevo frito", interpreta Groucho al oír los bocinazos…, las señoritas con las bandejas de la manicura… y así hasta dieciocho personas que se mueven sin cesar en el camarote, pisándose unos a otros sin dejar de hablar: "Pasen, pasen, al fondo hay sitio todavía".

No puedo evitar pensar que es una metáfora de la situación política y social que estamos viviendo hoy en día. Bajada de sueldo funcionarios, subida IRPF, recortes Educación, las manifestaciones de Valencia, reforma laboral, gente a la calle, servicios sociales para los parados, se llevan las pizarras de los colegios, subida de la gasolina para pagar la sanidad, sindicatos, la prima de riesgo, el déficit, Ángela Merkel y Sarkozy, el rescate a Grecia… y Siria, y las FARC, y el repunte de las enfermedades de transmisión sexual, y de nuevo la subida de las matrículas universitarias y Esperanza Aguirre, desaparecen los documentales de la 2 pero se suben las ayudas a la tauromaquia, y otra vez la sombra de los recortes, y los bancos, y las hipotecas y la morosidad… ¿no tenéis ganas de gritar un BASTA YA mayúsculo, apretar las manos contra los oídos y no escuchar más que vuestra respiración?

Estoy triste, estoy saturada, estoy rendida. Veo tantas cosas a mi alrededor fruto del esperpento, sin ningún sentido, como si viviésemos en un mundo que gira al revés, que irremediablemente he perdido la confianza. Este particular camarote en el que hemos convertido el mundo está cada vez más lleno de ruido. Y un huevo frito. No hay guión posible de los hermanos Marx que lo supere.