lunes, 19 de diciembre de 2011

¿Eres romántico?


Soy una romántica. No sé si por mi condición de mujer (dicen que las mujeres, por lo general pero sin generalizar, son románticas por naturaleza), por mi horóscopo (dicen que los libras, por lo general pero sin generalizar, son muy románticos y yo soy Libra) o simplemente porque mis padres me hicieron así (esto no lo dice nadie, lo digo yo, por lo general y generalizando, porque no tengo explicación alguna). El caso es que me encanta el amor.

Siempre tuve una visión muy platónica del querer. Y digo bien tuve porque con el paso de los años, una deja de creer en idealismos y pasa a ser más realista. Es lo que te va enseñando la propia experiencia junto a la de aquellos que tienes más cerca. He visto muchas veces Casablanca, Pretty Woman, Cuando Harry encontró a Sally, El mismo amor, la misma lluvia, Oficial y caballero, El paciente inglés, Mouling Rouge o Esplendor en la hierba. He añadido a mi lista de películas románticas la versión español a de A tres metros sobre el cielo –vale va, lo confieso Mario Casas me pone mucho. Debo tener una vena macarra que desconocía- . Y cada vez que las veo, se me remueve la piel. Me encantaría ser cada una de las protagonistas que en cada una de las películas son amadas de maneras diferentes por hombres también muy diferentes.

Para mí, el romanticismo es muy importante. Me gusta divagar por el amor en mis adentros. Pero dentro del amor, siempre me ha provocado mucha inquietud las diferentes formas de amar. Todo el mundo tiene derecho a amar y a ser amado. Pero, ¿tiene todo el mundo la obligación de amar de la misma forma en que es amado?

Y siempre llego a la misma conclusión. Amar a otro al cien por cien es muy difícil. Es el culmen de la generosidad y del altruismo y no creo que el ser humano por naturaleza así lo sea. En demasiadas ocasiones por más que nos esforcemos, nos cuesta muchísimo vivir con la persona que amamos y a ella vivir con nosotros, ¡claro!

A veces queremos que nos den en la misma forma en que damos. Es lo normal, ¿no?, pero ¿quizás no sea lo correcto? Si para amar a alguien, dicen que hay que empezar amándose a uno mismo, ¿dónde queda el amor desinteresado de dar sin recibir nada a cambio? Yo no encuentro una respuesta a mis preguntas y me lleno de contradicciones. Tampoco pretendo encontrarlas porque me siento bien. Me siento querida y siento que quiero. 

Mi vida de pareja no es siempre “tan ideal” como la de las películas que me gustan tanto pero ya una vez que pensaba en esto llegué a una conclusión: Si después de la palabra FIN en Pretty Woman, por ejemplo, siguiéramos filmando la vida de Vivian (Julia Roberts) y Edward (Richard Gere) ya juntos, no distaría mucho de la vida diaria de cualquier pareja, con sus discusiones y riñas incluidas. Puede que hasta incluso se hubieran separado, ¿quién sabe?

Un saludo a todos lleno de amor…

2 comentarios:

  1. Yo también he reflexionado mucho sobre esto, rubia, y la única conclusión que saco en claro es que hay tantas formas de amar como personas hay en el mundo

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  2. Bueno, para romper la generalización yo soy libra y no soy nada romántica. Antes sí, cuando creía en los príncipes azules, ahora lo más romántico que espero recibir es que mi pareja me ayude en las tareas del hogar, en la cocina, que comprenda y entienda cuando estoy mal y que soporte mis enfados como yo soporto los suyos. O quizás sea que yo hoy también tengo un día tonto. ¿quién sabe?

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