viernes, 16 de diciembre de 2011

Círculos concéntricos

¿Alguna vez os habéis preguntado cuántas personas conocemos a lo largo de la vida?

Una consultora sociológica ha intentado cuantificarlo: una persona de cincuenta años de vida llega a conocer como promedio unos 20.000  individuos (sí, a mí también me parece mal que cuantifique sólo hasta los 50, como si ahí se acabase la vida). Y conocer implica ver más de una vez en su vida y ser capaz de identificarle, al menos fisonómicamente. Este mismo estudio concreta además que una persona con una actividad social normal       – que no sean profesionales con marcada exposición pública- tiene un entorno aproximado de 600 personas en un momento concreto de su vida. Hagamos cuentas: si conocemos 20.000 en nuestra vida pero habitualmente sólo contactamos con 600… ¿adónde queda el resto de gente?

En las últimas semanas he pensado mucho en ello, no sé si será por nostalgia o por una necesidad espontánea de encontrar raíces. A lo largo de mi vida ha pasado demasiada gente importante, que ha significado mucho para mí en un momento determinado, un momento que yo creía no efímero. Pero hoy sus círculos no son concéntricos al mío. La vida nos llevó por distintos caminos. Recuerdo a Natalia y Virginia, amigas de la infancia, con quienes recorrí miles de kilómetros en bicicleta, inventé bailes y pasé tardes de juegos en la calle. Alicia, cómplice de instituto e inmadurez, con quien pillé las primeras cogorzas y perseguí a los primeros chicos. Teresa y Verónica, maravillosas compañeras de piso durante la Facultad, la época más extravagante y divertida sin duda de mi vida. Recuerdo a Jaramillo, con quien iba al cine cada miércoles; también a Paco, mi visitante al estilo Friends. A José Carlos, Vicente, las chicas de Mettre… De todos ellos tengo grandísimos recuerdos y, en parte, son parte de lo que soy.

Los sociólogos explican las relaciones sociales de una persona de una forma muy gráfica a través de la teoría de las ondas concéntricas. Imaginemos una gota de agua que golpea una piedra desde la altura. Allí aparecerán un sinnúmero de ondas. Primero un círculo pequeño, cercano (esos serían los familiares y amigos más próximos); luego otra onda algo más grande, donde entrarían compañeros de trabajo o de colegio, familiares más lejanos… así hasta encuadrar en la citadas ondas solamente a aquellos que se los conoce por observación o  solamente de vista.

Supongo que la vida es así. A algunos les conoces intensamente, a otros fugazmente; unos te marcan, otros pasan con indiferencia, unos se van y otros permanecen… Supongo también que es imposible seguir manteniendo en tu vida como protagonistas a tantas personas, tu círculo estallaría incapaz de responder a todas esas relaciones sociales. ¡Si apenas tengo tiempo para cortarme las uñas! Me entristece la pérdida, pero me consuela saber que tengo maravillosos amigos en estos momentos que espero que sí sean para siempre. Ahora que con treintaytantos sé que las cosas son efímeras, haré todo lo posible por que la gente que hay a mi alrededor y que tanto quiero siga estándolo. Con fuerza amarraré sus círculos al mío para que no se vayan volando con el tiempo. Y a los demás, aquellos que no pude retener, simplemente darles las gracias por compartir conmigo algún día de risas, una tarde de café o gin tonic, una confidencia o un abrazo.

2 comentarios:

  1. ¿perseguías chicos Kika? Interesante....
    Aparte de broma, me ha encantado esta entrada. Te has superado y has tocado una fibra muy sensible :) besos

    ResponderEliminar
  2. Yo también soy de la opinión de que las personas que pasan por nuestra vida, acaban formando parte de nosotros. Si por lo efímero de los momentos y por las vueltas de la vida no podemos amarrar con fuerza nuestro circulo al de todas las personas que hoy están en nuestro presente, quizás todavía podamos seguir creciendo y conociendo a personas que también formaran parte de nosotros. Aunque es inevitable echar una mirada nostálgica al pasado me reconforta más disfrutar intensamente del presente e ilusionarme con el futuro.
    Una entrada impresionante que invita reflexionar, un saludo y enhorabuena

    ResponderEliminar