jueves, 10 de mayo de 2012

Las flores, en maceta


Ella no es una mujer cualquiera. No le gusta que le regalen flores. No hay que cortarlas, dice. Las prefiere en maceta. Es una metáfora de que sólo busca personas y experiencias auténticas. No le des sucedáneos de nada, los rechaza. Quizás sea a la única persona del mundo a la que nunca he escuchado una mentira, y mucho menos se mentiría a sí misma. La honestidad la lleva por bandera. Y la lealtad. Ella nunca me traicionaría. A nadie a quien quiera.

Cuánto he reído con ella. Cuánto vino hemos tomado juntas –y lo que queda por venir- y cuántas veces he visto en su mirada cuánto me quería. Ella no es de las que habla, es de las que actúa. Le gusta encontrar la felicidad en las pequeñas cosas, que llena de significado. Cuando me mira a los ojos reconozco en ellos que me conoce, que me comprende. En sus ojos me siento en casa.

Ella ha pasado por todo tipo de calamidades. Su madre enfermó, su vida sentimental le daba un golpe tras otro. “Otra raya más para un tigre”, dice siempre ella, mientras yo pienso que los hombres deben estar locos si no se dan cuenta de que es un diamante en bruto. La despidieron de su empleo, tras doce años de un trabajo admirable. Nadie lo hubiese hecho mejor que ella. A veces, hasta la he envidiado por ello. 

Pese a todo, y como el ave fénix que siempre renace de las cenizas, en los últimos meses tenía una luz especial en la mirada. Brotes de vida. Magníficos planes de futuro. Estaba convencida de que afrontaba lo más mágico y trascendental que le ocurriría nunca. Ilusión. Decisión. Fortaleza. Ternura. Un corazón preparándose para todo lo que iba a arrojar fuera. Lo mejor de ella.
Pero... de repente ...la vida… de nuevo… otro golpe. Quizás el más duro recibido hasta ahora. 

Pero ella, como digo, no es una mujer cualquiera. Ella se forma, se deforma y se reforma. Ella es la más fuerte. Mucho ánimo, mi amiga, la de los ojos de almendra y el corazón de caramelo. Saldrás de esta, como has salido de todas, más fuerte, más linda, más auténtica... más tú.

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