En los últimos días he tropezado con varios estudios e
investigaciones científicas que hablan de la situación tan particular que vive la mujer cuando está en la treintena.
Datos que, poco más o menos, hacen pensar que para nosotras se acaba el mundo
aquí, con las treinta primaveras. Juzgad vosotros mismos.
La Universidad de St. Andrews y la Universidad de
Edimburgo aseguran que a los 30 años ya sólo queda en la mujer un 12 por ciento
de la reserva de óvulos y a los 40,
un 3 por ciento. El estudio implicó a 325 mujeres de diversas edades de Estados Unidos
y Europa, y se observó el número de óvulos que permanecían en sus ovarios a lo
largo del tiempo. El 89 por ciento
desaparecen a en la treintena al son de cuando soplas las velas, vaya. Todo un
ejercicio de puntería, pues, lograr un embarazo pasada la frontera.
En otro sentido de cosas, la Organización Mundial
de la Salud constata que más del 75 por ciento de las mujeres de más de 30
años tiene exceso de peso en el
mundo. Y lo curioso es que no te libras si vives en Mali porque, según la OMS,
eso ocurre independientemente de tu localización geográfica, en países tan
diferentes como Sudáfrica, Egipto, Estados Unidos, Malta, México o Turquía.
Algo antes
de la treintena, además, nuestras capacidades mentales comienzan a
deteriorarse. En concreto, según una investigación publicada en
"Neurobiology of Aging”, los 27 años es la edad que marca el inicio de la
vejez. Ahí es cuando comienzan a deteriorarse nuestras capacidades cognitivas,
que incluye la disminución del razonamiento, la visualización espacial y la
rapidez de pensamiento. Este estudio dice que las terapias para prevenir esto
deben comenzar muy temprano, sobre los 22 años. ¡¡cuando aún no se había
inventado para nosotras ni el sudoku!! Cuánto tiempo perdido…
Vale,
recapitulemos. Por ahora a los treinta eres cuasi-menopáusica, gorda y desmemorizada. Pero si creéis que peor
no puede ser, estáis equivocados. ¿Qué más nos puede pasar? Es evidente…. esto sólo parece
llevarte a un lugar: el suicidio.
Los datos de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen)
revelan algo que parece increíble, pero que he corroborado: el suicidio es la principal causa de muerte entre
mujeres de entre 30 y 34 años. Si, es así: las mujeres entre los 30 y los 34 años no
mueren por accidente o enfermedad, sino por voluntad propia. Al parecer, es
debido a un aumento de la presión en este intervalo de edad, ya sea social,
familiar o laboral.
Pero no os
preocupéis, hay una vía de escape: las treintañeras que no se suicidan siempre
tienen la opción de 1) Pillar una enfermedad
depresiva ó 2) Abusar de sustancias
psicotrópicas (¿os suena el prozac?) Es, de hecho, entre los treinta y los
cuarenta cuando más mujeres sufren depresión o se medican para evitar caer en
ella.
No quiero alarmaros, eso está muy lejos de mi intención. Por
ello, quiero acabar el post hablando de algo positivo y ese que a nosotras,
esas mujeres de más de treinta años, siempre nos quedará el sexo. Sí, como lo leeis. Como
contrapartida a todo lo anteriormente mencionado, en el caso de la mujeres, el apetito sexual alcanza su desarrollo
máximo cerca de los 30 años y resurgiendo como segundo máximo a los 40 años. Así que nada, como diría una amiga mía: ¡al libre albedrío,
al felipismo y al no saber estar! Chicas, según los científicos, es lo único
que nos queda…
Mentira que la vida se acaba a los treinta, yo cuento más de 40 y siento que aún tengo para rato. Las mujeres no somos sólo óvulos, somos más, mucho más.La sexualidad es más divertida y placentera en la cuarta década de la vida, así que a las de treinta les falta todavía mucho por experimentar. Animo chica que aún eres un bebé de brazos. Mucha suerte.
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