Mi marido pertenece
a ese 5 por ciento de la población
que tiene daltonismo. Para aquellos que no estéis muy instruidos, os doy unas
breves pinceladas de ciencia: el daltonismo -trastorno denominado así por el físico británico John Dalton, quien lo
padecía- es una enfermedad que consiste en la imposibilidad de distinguir los
colores (discromatopsia). Aunque ningún daltónico confunde los mismos colores
que otros, incluso pertenecientes a la misma familia, es muy frecuente que confundan el verde y el rojo. Pensad la
incertidumbre ante un semáforo…
Pertenecer al
exclusivo grupo de los daltónicos le hace, si cabe, más encantador para mí. Mi
marido ve el rojo de color marrón, el marrón, gris, y el verde, azul. Imaginaos
lo que es preguntarle cómo te queda un vestido…
¡su opinión no es fiable! Le encantan las películas
de guerra (ha podido ver diez veces “Salvad al soldado Ryan”) y yo creo que
es porque ve mejor que nadie los objetos camuflados. Sí, como lo leéis, los
daltónicos son más capaces de ver matices dentro de una misma gama de color, así
como distintas intensidades de luz. De hecho, durante la guerra de Vietnam el
ejército de los Estados Unidos utilizó daltónicos para la localización de
campamentos camuflados del enemigo (y resulto una práctica exitosa).
Indagando
por la red he dado con una “Isla de los
Daltónicos”. Esta isla esta situada en la Micronesia es atolón de Pohnpei y
tiene una particularidad: de sus 200 habitantes ¡57 son daltónicos!. Y no daltónicos
cualquiera: sufren de acromatopsia, uno de los tipos mas raros de
daltonismo que se caracteriza porque sólo ven en blanco y negro, y es tan rara
que únicamente se da en 1 de cada 30.000 personas. Al parecer, esta
isla fue sacudida por el tifón Lengkieki en 1775 que mató al 90 por ciento de
la población, dejando poco más de 20 personas. Al estar aislados se produjo una
fuerte endogamia, y rápidamente el gen paso generación tras generación y se expandió.
Mi marido, lejos de
ser isleño, es de Córdoba. A los
daltónicos les pasa el gen defectuoso la madre (otra cosa que agradecerle a mi
suegra). Se transmite por un alelo recesivo ligado al cromosoma X, lo que
produce un notable predominio en el varón entre la población afectada. La mujer
suele ser la portadora de la
enfermedad y la transmite a sus hijos varones.
Nunca podrá ser
controlador aéreo y sería un lamentable diseñador gráfico. Pero yo le quiero
igual. Además, cariño, ¿sabías que los científicos sospechan que los tiburones
también son daltónicos…? Fuera de bromas, ¿sabéis qué es lo importante de todo
esto? Que sea daltónico o no, pueda aconsejarme en el vestuario o no, y perciba
los colores como los perciba, siempre siga viendo la vida a todo color.
¡Precioso! Me ha encantado el final.
ResponderEliminarBueno, en realidad acabé en este blog porque estaba buscando información sobre la isla de Pingelap... terminé por leer la entrada y me gustó. Así que te dejé estas breves palabras.
¡Salu2!
Te amo
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