viernes, 1 de junio de 2012

Mi marido es daltónico


Mi marido pertenece a ese 5 por ciento de la población que tiene daltonismo. Para aquellos que no estéis muy instruidos, os doy unas breves pinceladas de ciencia: el daltonismo -trastorno denominado así por el físico británico John Dalton, quien lo padecía- es una enfermedad que consiste en la imposibilidad de distinguir los colores (discromatopsia). Aunque ningún daltónico confunde los mismos colores que otros, incluso pertenecientes a la misma familia, es muy frecuente que confundan el verde y el rojo. Pensad la incertidumbre ante un semáforo
Pertenecer al exclusivo grupo de los daltónicos le hace, si cabe, más encantador para mí. Mi marido ve el rojo de color marrón, el marrón, gris, y el verde, azul. Imaginaos lo que es preguntarle cómo te queda un vestido… ¡su opinión no es fiable! Le encantan las películas de guerra (ha podido ver diez veces “Salvad al soldado Ryan”) y yo creo que es porque ve mejor que nadie los objetos camuflados. Sí, como lo leéis, los daltónicos son más capaces de ver matices dentro de una misma gama de color, así como distintas intensidades de luz. De hecho, durante la guerra de Vietnam el ejército de los Estados Unidos utilizó daltónicos para la localización de campamentos camuflados del enemigo (y resulto una práctica exitosa).
Indagando por la red he dado con una “Isla de los Daltónicos”. Esta isla esta situada en la Micronesia es atolón de Pohnpei y tiene una particularidad: de sus 200 habitantes ¡57 son daltónicos!. Y no daltónicos cualquiera:  sufren de acromatopsia, uno de los tipos mas raros de daltonismo que se caracteriza porque sólo ven en blanco y negro, y es tan rara que únicamente se da en 1 de cada 30.000 personas. Al parecer, esta isla fue sacudida por el tifón Lengkieki en 1775 que mató al 90 por ciento de la población, dejando poco más de 20 personas. Al estar aislados se produjo una fuerte endogamia, y rápidamente el gen paso generación tras generación y se expandió.

Mi marido, lejos de ser isleño, es de Córdoba. A los daltónicos les pasa el gen defectuoso la madre (otra cosa que agradecerle a mi suegra). Se transmite por un alelo recesivo ligado al cromosoma X, lo que produce un notable predominio en el varón entre la población afectada. La mujer suele ser la portadora de  la enfermedad y la transmite a sus hijos varones.
Nunca podrá ser controlador aéreo y sería un lamentable diseñador gráfico. Pero yo le quiero igual. Además, cariño, ¿sabías que los científicos sospechan que los tiburones también son daltónicos…? Fuera de bromas, ¿sabéis qué es lo importante de todo esto? Que sea daltónico o no, pueda aconsejarme en el vestuario o no, y perciba los colores como los perciba, siempre siga viendo la vida a todo color.

2 comentarios:

  1. ¡Precioso! Me ha encantado el final.

    Bueno, en realidad acabé en este blog porque estaba buscando información sobre la isla de Pingelap... terminé por leer la entrada y me gustó. Así que te dejé estas breves palabras.
    ¡Salu2!

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